Vestir a un bebé recién nacido es una tarea que debe hacerse con la mayor dedicación. Ya sea que lo hagamos después del baño o en el cambio del pañal, es un momento muy especial de contacto con el bebé, ideal para darle un masaje o hacerle mimos.
Sin embargo, lo que debería ser un momento agradable en ocasiones se vuelve todo lo contrario pues a la mayoría de los bebés no les causa demasiada gracia que los desnuden. Muchos lloran por el estrés que les provoca ser manipulados para vestirlos. Detestan tener el torso desnudo y sufren cierta sensación de inseguridad al encontrarse sin ropa. Se muestran quejosos e inquietos.
Para que la hora de vestirlos no sea un sufrimiento para el bebé ni para la persona que lo hace, debemos tener muy en cuenta los siguientes consejos:
- Para vestirlo, el bebé debe estar tumbado boca arriba sobre una superficie firme pero no dura ni fría. Procura usar una colchoneta para que esté cómodo, si es de plástico es preferible cubrirla con una toalla que no nos importe que se manche. Por supuesto, no se debe dejar ni un segundo al pequeño sólo encima del cambiador.
- Tener todo a mano: la rapidez es imprescindible. No podemos dejar al bebé desatendido y enfriándose mientras vamos a buscar la ropa. La muda debe estar preparada antes de comenzar a desvestir al bebé.
- Manipularle con suavidad. No darle la vuelta de forma brusca, ni sacudirlo para colocarle la ropa. Los movimientos deben ser seguros y siempre tener en cuenta que el bebé pequeñito todavía no es capaz de sostener su cabeza.
- El bebé detesta que le cubran la cara. Por eso, al colocarle o quitarle la ropa por la cabeza estirar el cuello de la prenda y colocarla con una mano mientras con la otra sujetamos su cabecita.
- Colocar las mangas suele complicarnos hasta que le cogemos el truquillo. Pero la técnica es muy sencilla: en lugar de poner el brazo en la manga, tenemos que colocar la manga en el brazo. Es decir, pasar nuestra mano por la manga al revés, coger el puño del bebé y hacerlo atravesar la manga. Nunca tires ni empujes sus brazos.
- Es muy frecuente saltearse alguno de los cierres automáticos. Para evitarlo hay que comenzar a abrochar desde los tobillos hacia arriba, primero una pierna y después la otra.
La temperatura ambiente
Hay que evitar que el bebé se enfríe cuando lo vestimos. Los bebés todavía no regulan adecuadamente la temperatura corporal, por lo que es peligroso que pierdan calor. Si el ambiente se enfría deben utilizar energía para producir calor. La temperatura de la habitación debe ser agradable, cálida pero no caldeada. Una temperatura que favorezca el relajamiento. Lo ideal es alrededor de 24 o 25 grados.
Por otro lado, tampoco es bueno el exceso de calor. Como bien comentábamos en el post ¿cuánta ropa hay que ponerle? sobre los cuidados del recién nacido es importante no abrigarle demasiado.
Cómo debe ser la ropa
- Debe ser holgada, que le permitan libertad de movimientos
- Prendas de algodón de fibras naturales para minimizar las irritaciones y alergias.
- Evitar tejidos sintéticos y lana
- No vestirle con prendas con cadenas o cintas y nunca colocarle imperdibles.
- Preferir prendas que se abran por delante
- Preferir prendas que no suelten pelo
- No lavar la ropa del bebé con detergentes fuertes ni aplicar suavizante pues pueden causar reacción alérgica o irritaciones en la piel.
- Evitar cremalleras en la cintura, preferir las cinturas elásticas
- Cuando son recién nacidos elegir peleles y pijamas con pie y mejor bodies a camisetas.
- Cortar las etiquetas, especialmente las de la ropa interior